“Lo primero que hacen es decirte que no corres ningún peligro al circular”, explica Sebastián, uno de los afectados por el trucaje de los motores de Volkswagen. 

Este consumidor explica que tras hablar con la línea 900 -después de varios intentos frustrados- desde la centralita le comunicaron que su coche era uno de los trucados, pero ni le ofrecieron detalles de cómo serán los arreglos que necesitará el vehículo afectado ni le dijeron cuando le llamarán a revisión.

Desde el fabricante se limitan a pedir a quienes llaman, y tienen su vehículo trucado, que rellenen un formulario con sus datos personales para ponerse en contacto con ellos aunque no les especifican cuándo. Este miércoles termina el plazo dado por Alemania para que el fabricante ofrezca un calendario concreto de acciones para solucionar este fraude. En España el plan puede tardar más, dado que el ministro de Industria Jose Manuel Soria declaró que espera del Grupo Volkswagen una propuesta con soluciones “coche por coche” antes del 31 de octubre.
Sebastián cuenta que su coche es un Seat Ibiza propiedad de su mujer y que lo compraron en julio en un concesionario de segunda mano. Explica que una de las razones por las que se decantaron por este modelo fue porque es un 1,6 litros y consume poco. Ahora falta por ver si el cambio del software trucado conllevará una pérdida de potencia y un incremento de consumo. Todavía la compañía no ha explicado en qué consistirá la revisión ni lo que habrá que hacer exactamente en los vehículos afectados.
El fabricante de automóviles puso a disposición de los usuarios esta línea 900 desde el sábado día 3, que en sus primeros momentos de funcionamiento se colapsó. Además, ha habilitado una página web donde se puede comprobar si el coche está entre los afectados introduciendo el número de bastidor. “Lo consulté por la web y vi que mi coche es uno de los trucados”, explica Manuel. “Te dicen que correrán con todos los gastos y que lo harán lo antes posible pero no especifican más”.
Por ahora, según explican los afectados, la compañía solo ha dado una información de si uno está dentro de la lista o no, tras lo cual se dedican a recabar la información de los usuarios. “Creo que es más bien para saber quién pregunta”, dice Manuel.
Varias asociaciones de consumidores han puesto en marcha iniciativas para aglutinar a los consumidores, aunque estos dos afectados aseguran que no se han puesto en contacto con ninguna de ellos. “No me fío cuando algo va rápido, hasta que no me digan algo cuando haya una solución”, apunta este consumidor. 

Qué pueden pedir los afectados

Las reclamaciones que podrán hacer los afectados todavía no están del todo claras, ya que dependen en parte de la solución que ofrezca Volkswagen. Por ahora, el fabricante se ha limitado a asegurar que correrá con todos los gastos pero no ha dicho ni una palabra sobre posibles indemnizaciones derivadas de la posible pérdida de prestaciones de los vehículos.
Miles de afectados se han apuntado a las plataformas que han creado las asociaciones de consumidores. La plataforma creada por FACUA-Consumidores en Acción supera ya los 20.000 miembros, según los últimos datos aportados por la citada organización. La Asociación Gremial de Auto-Taxi-Madrid (AGATM) ha puesto en marcha en la Comunidad de Madrid una plataforma a la que se pueden sumar todos aquellos taxistas que hayan comprado un vehículo con motor manipulado para falsear los datos de las emisiones de gases, a fin de demandar colectivamente a Volkswagen.
Desde denunciascolectivas.com también han creado un grupo para gestionar una demanda, ya que, aseguran que están organizando a los consumidores porque consideran que existe “un engaño” por parte de la compañía.
¿Qué podrán hacer los afectados? Sergio García Valle, abogado que ha elaborado un informe para la plataforma, asegura que el proceso todavía se encuentra en fase de estudio jurídico y que lo que pueda pedir cada usuario dependerá de las condiciones que ofrezca la compañía y de cada caso concreto. García Valle explica que existen varias posibilidades, entre ellas, una “posible nulidad” del contrato de compraventa. Este abogado  señala que el artículo 1265 del Código Civil dice que “será nulo el consentimiento prestado por error, violencia, intimidación o dolo”.
García Valle asegura que se podría anular por un “vicio” en el consentimiento e incluso por dolo. La misma norma añade que el dolo existe cuando “con palabras o maquinaciones insidiosas de parte de uno de los contratantes, es inducido el otro a celebrar un contrato que, sin ellas, no hubiera hecho”. Así considera que al haber habido un “engaño” por parte del fabricante podría llegar a solicitar la nulidad del contrato y en el caso de que esto fuera admitido se podría llegar a un acuerdo de devolver el producto y recibir la devolución del precio, del que habría que eliminar una posible depreciación del bien.
García Valle también apunta que si la nulidad no es viable se podría aducir un “incumplimiento” de contrato y como tal se podría pedir una indemnización por daños y perjuicios. Otra vía posible es que el comprador se acoja a la ley de consumidores por lo que podrían emprender acciones enfocadas o a la reparación del bien o, si no se repone el bien, se podría llegar a la resolución del contrato. “Lo que está claro es que se puede realizar una acción por daños y perjuicios global donde pueda meterse tanto al concesionario como a Volkswagen”, concluye el abogado.