Tras la confusión generada por la noticia de la última sentencia sobre cláusula suelo del Tribunal Supremo difundida el pasado 25 de febrero de 2015 (que aún no ha sido publicada) hemos decidido hacer un comunicado que aclare un poco la situación:
1. De momento no se han publicado las sentencias (porque son dos) pero, en principio, no parece que esto vaya a cambiar mucho el panorama de los afectados.
2. El suelo no va a desaparecer de los préstamos hipotecarios sin que se interponga una demanda judicial, como hasta ahora.
3. Por lo que se deduce de la nota informativa el Tribunal Supremo dicta sentencia sobre un recurso presentado por el BBVA. No sabemos si de demanda individual o colectiva pero en el que se solicitaba la retroactividad…
Lo que significa que da por juzgada la causa y se reitera en la sentencia del 9 de mayo de 2013. Y lo que parece ser la novedad es que permite retroactividad desde esa fecha. Luego ya se ha avanzado algo en materia de retroactividad. Antes ni siquiera el Supremo contemplaba esta posibilidad.
4. Esta sentencia del Supremo (que, como decimos, aún no está publicada) podría abrir las puertas a que las Audiencias Provinciales que no estaban dando la retroactividad la empiecen a dar desde mayo de 2013, tal como ha expresado el Tribunal Supremo en esta última sentencia.
5. Es de resaltar, también, que este auto ha sido dictado por el pleno del Tribunal Supremo (es decir, todos sus miembros) lo que da más fuerza aún a la sentencia.
Desde Denunciascolectivas.com vamos a seguir pidiendo la retroactividad en aquellas provincias en las que las Audiencias Provinciales aplican el artículo 1.303 del Código Civil, que indica que lo que es nulo no produce efectos y por lo tanto conceden la retroactividad desde sus inicios.
Desconocemos los intereses de los miembros del Tribunal Supremo en dictar sentencias contrarias a la ley y el motivo que tienen para sacar notas de prensa sin tener redactadas las sentencias.
Notas de prensa que coinciden con anuncios de políticos en las cortes. Políticos que nombran a los miembros del Consejo General del Poder Judicial que a su vez designan a los magistrados del Tribunal Supremo.
Confiemos en que estos mismos políticos no terminen formando parte del consejo de administración de alguna de las empresas participadas por la banca a quien favorece claramente esta situación.